Alejandro Macho
Nací en Gijón en 1974 y aunque debería comenzar con un: “llevo dibujando desde que tengo uso de razón” este no es el caso. Nunca he sentido ese impulso natural. No obstante, soy una persona un tanto obsesiva y cuando algo despierta mi curiosidad, está en mi cabeza veinticuatro horas. Es mi maldición y mi bendición.
Corría el año 2013 cuando conseguí mi primera Harley-Davidson de segunda mano e indirectamente descubrí la aerografía, uno de los modos más espectaculares de personalizarla. Las calaveras y el fuego captaron mi atención de inmediato (quizás influenciado por mis gustos musicales) y con mi primer aerógrafo comencé a pintar algunos cascos y piezas de motos para amigos. Por aquel entonces me consideraba artísticamente nulo y no albergaba demasiadas esperanzas pero básicamente recortaba una plantilla y coloreaba un poco, no parecía muy difícil.
Poco a poco fui mejorando y acercándome a una aerografía más realista, donde los rascados y borrados son tan protagonistas como la propia pintura y donde se consiguen resultados muy espectaculares sin la exigencia técnica que pueden aparentar.
Fue a finales de 2014 cuando tuve mi primer contacto con el óleo y desde entonces he estado estudiado tantos métodos como he podido para decidir qué dirección tomar. Simultáneamente, he seguido haciendo algunos trabajos de aerografía y dibujos a carboncillo, que es otro medio que me encanta. También estoy haciendo mis primeras incursiones en el mundo del tatuaje.
Obras del artista
